miércoles, 22 de abril de 2009

Arthur Schopenhauer: Origen de la tristeza y la alegría.

Arthur Schopenhauer: 1788-1860
Origen de la tristeza y la alegría.

“Querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por esencia dolor, Cuando mas elevado es el ser, mas sufre… La vida del hombre no es más que una lucha por la existencia, con la certidumbre de resultar vencido. La vida es una cacería incesante, donde los seres, unas veces cazadores y otros cazados, se disputan las piltrafas de una horrible presa. Es una historia natural del dolor, que se resume así: querer sin motivo, sufrir siempre, luchar de continuo y después morir…. Y así sucesivamente por los siglos de los siglos hasta que nuestro planeta se haga trizas”

Para Arthur la lucha por extirpar el dolor es vana y absurda, el sufrimiento no se puede erradicar ya que su causa es la misma constitución de la humanidad.

“Los esfuerzos incesantes para desterrar el dolor no consiguen otra cosa que variar su figura, al que tiene la fortuna de haber resuelto este problema, lo que pocas veces sucede, le sale de nuevo el dolor al paso en mil otras formas, distintas, según le edad y las circunstancias, como las pasiones sexuales, amores, desgraciados, envidias, celos, odios, terrores. Ambición, codicia enfermedades etc... Y cuando no puede revestir otra forma toma el ropaje gris y tristón del fastidio y el aburrimiento, contra el cual tantas cosas se han inventado”.

Entre el dolor y el aburrimiento se pasa la vida.

Schopenhauer sostiene que en todos y cada uno de nosotros, está determinada de antemano la cantidad de dolor que hemos de soportar. Esta medida es invariable, aunque la forma del dolor pueda cambiar.
Considera la alegría como fin de si mismo, la alegría siempre se debe preferir sobre cualquier otro bien; pero sin salud es difícil que la alegría se dé, así Schopenhauer recomienda buscar la salud.
La alegría excesiva se es producto de factores externos inciertos equívocos o fugitivos, conseguir algo fuera de lo común como por ejemplo que te toque la lotería.
El dolor es esencial para la vida, depende de factores ajenos al individuo, y tarde o temprano se manifestará a propósito de la alegría que le precedía.

Schopenhauer compara la gran alegría “a una montaña escarpada a la cual no se debe subir porque no hay modo de bajarla mas que dejándose caer desde su cima (…)”


Querer significa desear, y el deseo implica ausencia de lo que se desea, el deseo es falta, deficiencia, indigencia, por lo tanto dolor.
La bondad, es amor desinteresado a otros, cuando este amor es perfecto consigue que el otro y su destino sean parejos a nosotros y a nuestro propio destino. Así entendido el amor es compasión, conocimiento del dolor ajeno, en el que ve el suyo, porque reconoce en los otros su intimo yo.

¿Que es el mundo?
Es representación, fuerza y voluntad. Fuerza ciega y voluntad insatisfecha, aspiración, deseo, dolor, tragedia; tampoco la historia es racionalidad y progreso, sino ciego y engañoso azar. La liberación de la irracionalidad y la ceguera sólo posible a través del arte (estado estético). La experiencia estética es, no obstante, sólo una liberación momentánea del dolor.
El estado estético que se alza por la negación de la voluntad de vivir, origen de todo mal: exige primero la anulación de la propia individualidad egoísta y que le impide la piedad y la compasión, y luego la ascesis que es la negación y extinción de todas las manifestaciones de la voluntad como en el nirvana budista o la ascética cristiana más rigurosa. Tras la negación de la voluntad, no queda sino la nada, que es lo que es el mundo.

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